No fue. Porque no tenía que ser. Pero no valen los castigos. No más lamentos.
Quizás le pusiste muchas ganas, igual que siempre que pretendes estar con alguien, pero no surgió la oportunidad. Pero no te culpes de no haber hecho todo lo que estaba en tu mano.

No fuiste tú, fue él, que no se enteró, o no quiso darse cuenta, de que tenía delante una mujer, y no una niña, como en otras ocasiones. Pero claro, a lo mejor las niñas le gustan y las mujeres le dan miedo.
No vale mirar atrás para repasar los errores. Lo que hiciste te salió del corazón y del alma, de lo más hondo, como siempre haces con todo el mundo. Y si no supo valorar esos detalles, quizás no merecía la pena. Pero tu actitud no tiene nada que ver en esto. Te lo aseguro yo.
Si no tiene ojos en la cara, es su problema, no el tuyo. Pero tú no puedes seguir con los lamentos. Porque la historia no es así…
Una amiga me dijo una vez, no te avergüences de lo que hiciste si él no lo valoró, eso habla mal de él, no de ti, porque lo que hiciste fue lo que en ese momento había en tu corazón, y no hay nada de malo en ello. «Pero claro, a lo mejor las niñas le gustan y las mujeres le dan miedo», algunos hombres suelen huir cuando ven a una mujer de verdad, porque saben que no le llegan a los talones. 🙂
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Toda la razón. Si pensamos que estamos haciendo lo que nos pide el corazón, ¿por qué no hacerlo? Aunque la flaqueza nos lleve en algún momento a pensar que fue un error
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Es normal lamentarse cuando al mi no sale como queríamos, especialmente cuando nos sentimos heridos, pero de ahí nos volvemos más fuertes😄. Un abrazo.
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ahí estoy totalmente de acuerdo. Nos haremos más fuertes y más capaces de distinguir lo que nos conviene y lo que no. Gracias por tus apreciaciones. Un abrazo
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