Volví a encontrarme pensándote, por la mañana temprano y por la noche, en la soledad de mi cama, antes de dormir…
Volví a querer escribirte, pero creo que entendía que no querías leerme, que desprecias cada palabra que pueda salir de mí…
Volví a derramar una lágrima al recordar los pocos momentos vividos. Quizás demasiado pocos, pero que me hicieron sentir que quería algo más…
Y da igual como me volviera a ver, porque la realidad es que, en ninguna de esas situaciones pude verme contigo…¿por qué? ¿por qué me alejaste? Una de tantas preguntas sin respuesta…