Si me miras, me derrito con una sola mirada…
Si me tocas, harás que se me erice la piel…
Si me haces tuya, me doy por vencida y me entrego…

Si me miras, me derrito con una sola mirada…
Si me tocas, harás que se me erice la piel…
Si me haces tuya, me doy por vencida y me entrego…
Estoy segura de que cuando me toques se erizará mi piel, y mi bajo vientre responderá al roce de tus dedos…
Y entonces las ganas se multiplicarán y será difícil parar…
Apasionada. Soñadora. Bajita. Intensa. Observadora. Desconfiada. Sincera. Con carácter. Pesada. Tímida. Curiosa. Inquieta. De las que no se callan. Poco vistosa. Detallista. Arisca. Impaciente. Terca. Leal. Poco cariñosa. Zurda. Veraniega. Algo manitas. Morena. Miedosa. Chinchosa. Cabezota. Playera. Ratona de biblioteca. Bailonga. Inconformista. Picona. Me gusta el calor. Miope. Fiel. Amante de los míos. Sencillita. Dulzona. De letras. Luchadora. Solitaria. Mosqueona. Nada superficial. Simple. De belleza imperfecta. Recelosa. Curranta. Caprichosa. Perfeccionista. Bondadosa. Me gusta escuchar. Respondona. Un poco sabelotodo. Peleona.
Si te empeñas en seguir jugando al despiste, conseguirás que nos alejemos en vez de acercarnos…
Yo necesito (busco) magia y no un falso trilero que crea conquistarme con palabrería barata y la mentira como modo de vida…
Yo necesito (quiero) exclusividad, y no ser a quien recurrir cuando se acaben las opciones o cuando te aburras del ‘aquí te pillo, aquí te mato’…
Yo necesito (pido) madurez y alguien que crea que soy especial, no solo un nombre en una agenda y alguien con quien jugar un rato…
Y es que de esos ya conocí muchos…
Si me tientas, me dejo…
Si encuentras la manera, lo hacemos realidad…
Has conseguido captar mi atención, más allá de lo que me gustaría…
Y me despierto pensándote, y me duermo invocándote en mis sueños…
Y mentiría si te digo que no te tengo en la mente la mayor parte del día…
Y mentiría si te digo que no he imaginado, contigo, demasiadas situaciones que, por el momento, no van más allá de mi imaginación…
Si me invitas a entrar, lo haré sin pudor y sin llamar, porque quizás lleve un tiempo esperando encontrar cualquier resquicio para colarme en tu vida sin que te des cuenta siquiera…
Dejé de buscarte, porque es imposible con quien no se quiere dejar encontrar…
Recuerdo el momento en que desperté y te vi, recostado y adormilado, en la cama…
Y sentí la necesidad de recorrer con mi dedo índice cada centímetro de tu piel. Desde allí donde acaba el pelo de tu nuca, hasta donde la espalda pierde su noble nombre…
Y no pude resistir la tentación de intentar despertarte, a besos…
Fue sin duda, la tentación transformada en silueta masculina. Tu silueta…