Dejó de intentar buscarte, porque cuando lo hacía no te encontraba…
Dejó de intentar llamar tu atención, porque entendió que todas tus respuestas eran obligadas…
Dejó de perseguirte, porque nunca llegó a alcanzarte...
Y al final, llegó alguien a quien no tener que rogar, buscar, perseguir, agobiar… Se cansó de esperar a que la vieras, a que la descubrieras, aún teniéndola delante…
