Dejarse llevar, era algo que había querido hacer siempre pero pocas veces se lo permitía…
Pero ahora estaba dispuesta a lograr esa meta, porque estaba cansada de hacer lo que se suponía correcto o todos esperaban de ella.
Y es que, era su vida, no la de nadie y ahora era tiempo de soltarse la melena y disfrutar del viento, del momento, de los impulsos…