Cada día, deseaba que llegara la noche para soñar con él, con cada detalle de su ser.
Solo un encuentro les había mantenido cerca, pero fue suficiente para que hubiera memorizado cada detalle que le gustaba de él.
Fue suficiente para que, cada día, esperara a que cayera el sol e hiciera acto de presencia la luna y poder disfrutar haciendo volar su imaginación, deseando volver a tenerlo entre sus brazos…cerca de ella…
