Tu felicidad es tuya…

Quiso hablar con él y explicarle algo que había aprendido con el paso de los años, que su felicidad solo dependía de sí mismo. Que nadie podía hacer que su boca se arqueara en una linda sonrisa si él no quería.

Pero lamentablemente nunca quería escucharla. Hablaba con ella horas, pero evitaba los difíciles y complicados silencios para que ella no pudiera decirle todo lo que pensaba.

 

felicidad
Felicidad

Por eso ella nunca pudo decirle nada, nunca pudo recomendarle que cogiera sus penas y las tiraras al mar, que cogiera lo que le dolía y lo lanzara a la nada…

Nunca pudo decirle que estaba ahí para ayudarlo, que su felicidad solo le pertenecía a él, y que hiciera lo que quisiera, porque quien lo juzgara nunca estaría poniéndose en su piel…

 

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