¿Sabes qué? Voy a ser mi propia heroína, porque no espero que el caballero azul, o el rosa, o el fuerte y valiente príncipe, venga a por mí.
Estoy cansada de esperar a que vengan a salvarme del torreón y del malvado dragón. Estoy cansada de dejar mi pelo crecer para tirar mi trenza por la ventana de la torre del castillo.

No quiero esperar que nadie tenga que venir a hacerme sentir bien. Si quiero algo, iré a por ello. Y si algo, o alguien, no me convence, no lo tomaré por obligación, por no hacer un feo a quien lo proponga, o de quien venga. Ya no.