¿Y si, en cambio, estaba regalando su primer y último pensamiento del día a la persona equivocada?
¿Y si se había centrado demasiado en quien no merecía la pena?
¿Y si había perdido el tiempo centrándose en quien solo la había despreciado?
Pensó en todos y si…y decidió que no merecía la pena mirar atrás, cuanto antes cambiara el rumbo, antes cambiaría de aires y antes asumiría que el pasado solo era pasado, porque evidentemente así era como se resolvían todas aquellas preguntas…