Era complicado apartarlo de su mente, porque estaba en todas partes. Desgraciadamente.
Tenía la sensación de no poder dejar de pensar en él, porque por poco que habían vivido juntos, o casi nada para ser sinceros, estaba en los pequeños detalles…

A pesar de que sabía que no tenía posibilidad de cruzarse con él, lo buscaba cuando iba por la calle. O bien pensaba demasiado en él cuando su cabeza volaba a otros lugares. O se quedaba mirando descaradamente a alguien que le recordaba, en cualquier pequeño gesto, a él.
Sabía que no tenía sentido, pero estaba en todas partes, en demasiados lugares, y todo porque su mente se empeñaba en jugarle malas pasadas. Y ahí estaba ella, débil como siempre, para caer en las trampas de su mente…Para pensar en él, para no apartarlo de su pensamientos…