Si quieres que me vaya, dímelo…
Si quieres que me quede, dímelo…
Si quieres que sea, dímelo…
Si quieres que no sea, dímelo…
Si quieres que esté, dímelo…
Si quieres que no esté, dímelo…
Si quieres que sepa, dímelo…
Si quieres que olvide, dímelo…
Sea lo que sea, dímelo. Es más fácil saberlo, que no. Así se dan palos de ciego y se pierde el tiempo sin razón.

Dime que me amas o que me odias,
Dime que sea grande de allá o baja de estatura,
Dime que te quiera cuando nadie lo hace o que te deteste cuando todos lo hacen,
Dime, cielo, dime que no te deje.
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Pero dímelo. Es lo único que se pide 🙂
Grande tu aportación a este microbrelato
Gracias!
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