Tu perfume impregna no solo mi piel, sino cada trozo de tela que estuvo en contacto contigo y cada lugar que compartiste conmigo…
Tu perfume, que se ha vuelto tan conocido y cálido, que forma parte de mis olores favoritos, aunque ni siquiera sé a qué hueles, porque no te he preguntado ni me has contado a qué sabe tu piel, a qué hueles tú…
