Se miraron…

Se miraron como si se conocieran. Pero no tenían ni idea el uno del otro…

No se habían visto jamás. Pero daba igual.

Él se quedó totalmente paralizado ante ella, y le preguntó su nombre.

Ella, después de sonrojarse, porque no estaba acostumbrada a esa espontaneidad, le respondió, y le preguntó el suyo.

Y así comenzó una noche interesante. Una noche de San Juan muy especial…

se miraron
Una mirada (Internet)

 

 

Deja un comentario