Redescubrirte fue un acierto.
Creo que aquel día me atreví porque necesitaba recuperarte y revivirte.
Creo que necesitaba decirte todo lo que me callé durante años. Y al final resulta que aquello que me negué seguía ahí, en un rincón de mi alma, esperando a que lo rescatara.
Y tengo que decirte que necesitaba decirte todo aquello esperando una respuesta que me aliviara, que no me hiciera sentir arrepentimiento por no haber vuelto a por ti antes, pero que me devolviera a tu vida, y a ti a la mía, que estaba incompleta…
