No me voy a ir sin ti, le dijo muy decidida. No he venido hasta aquí, no he andado tanto camino, para nada.
Y si quieres que te cuente mis razones, te las digo. Pero si no quieres escucharlas, entiéndeme. Y respeta mi decisión.
No sin ti, ahora no. Antes sí, ahora no. No me da la gana irme de aquí, y me pienso quedar cuanto haga falta…
