Y lo damos todo por un ‘like‘ en una vida irreal, sin preocuparnos por gustar en la vida real…
Y nos damos solo a medias, damos a conocer lo que nos interesa, dando más calidad a la ficción que a lo que somos…
Mostrando más lo que nos gustaría que lo que somos…
Pero recuerda, si no gustas a alguien por lo que eres, no inventes aquello que crees que le gustará, porque no sabes si acertarás…
Qué difícil no frustrarse cuando no recibes cuanto das…
Pero nunca des pensando en lo que te darán, porque entonces es cuando estarás perdido…
Que por lo menos puedas pensar que diste lo que entendiste que valía esa persona, por mucho que te decepcione al final…
Ahora puedo decir que me da igual todo…
No me importa qué fuimos, qué no fuimos o qué pudimos ser…
Y no me importa porque comprendí que no eras lo que decías ser, vendiste tu producto, pero no era real…
Ahora puedo ver tus estados de whatsapp y tus stories de instagram sin dudar, sin pensarme en cada una de esas instantáneas, contigo…
Ahora me das igual, y lo puedo decir alto y claro…
La magia está en los pequeños detalles…
Esos gestos que demuestran que alguien se ha acordado de ti, porque la canción que suena en la radio es la vuestra, porque el sitio en el que está le lleva a ti, porque hay algo que le evoca a ti…
Esos pequeños detalles demuestran que no hacen falta conversaciones eternas para seguir conectando con alguien…
Esos detalles que se convierten en magia…
Idealicé demasiado tu vuelta…
Pensé que estaríamos juntos, compartiríamos tiempo, deseo, ganas y sueños…
Pero te mostraste más frío de lo que esperaba, de lo que merecía…
Y por tanto, comprendí que tus ganas no estaban y las mías se marcharon, antes incluso de que pudiera echarlas…
A estas alturas es mejor callar que fingir o patalear…
Porque reconocer lo que duele te lleva a desatar mucho más…
Y no quiero dejar escapar eso que está contenido, es mejor que siga ahí, guardado…
Pero las decepciones duelen y eso es innegable…
Mis Microbrelatos 