Qué rabia que conmigo todo te pareciera demasiado…
Que te agotaran mis mensajes, que nunca tuvieras tiempo para mis llamadas…
Que no quisieras pasar tiempo conmigo…
Con la excusa de no querer atarte ni acostumbrarte a nadie…
Con el típico ‘no eres tú, soy yo…’
Y que ahora tenga que verte compartir la vida con ella, sin quejas, sin exigencias…
¿Por qué ahora sí y hace tan poco, no?
