Estoy cansada de escribirte declaraciones de amor veladas…
Pero más hastiada aún de que no me hagas ni caso, de que hagas como que no me conoces…
Y que no te importa lo que te cuento o no…
Pero ¿sabes qué? Algún día lo lamentarás…
Un beso equivocado, inapropiado y en el momento menos oportuno…
Un beso que no nos supo a nada, que no significó apenas un segundo en nuestras vidas…
Un beso que no llegó a conectarnos, porque nada queríamos el uno del otro…
Un beso erróneo, un beso sin sentido, un beso de nada…
No me cuentes historias ni me digas que es por mi propio bien…
Dime la verdad, porque estaré más cerca de sanar que si me mientes…
Porque lo harás con el más burdo de tus embustes, y seguiré creyéndote…
Prefiero que me duela a que me seguir enganchada a ti inevitablemente…
Escuché aquella canción, a pesar de que han pasado tantos años…
Y me sigue recordando a aquel pub, a aquella época y a ti…
Te veo en medio de la pista, bailando y cantando, como si fuera ayer…Con tu sonrisa puesta…
Y siento nostalgia de aquello, de ti, de un tiempo que, por mucho que quiera, no volverá…
Después de tantos años, conseguimos reencontrarnos, para decirnos lo bonito que había sido todo y despedirnos…
Lo hicimos con un beso en los labios que me supo a verano, sol, chiringuito de playa y atardeceres eternos…
Lo hicimos con un abrazo cálido como los que nos dimos todos los días de aquel intenso mes en que nos bebimos el uno al otro…
Pero sobre todo lo hicimos sin pena, sin rencor, sin dramas, cerrando el círculo, porque no supimos amarnos más que aquel tiempo, tan efímero y eterno a la vez…
Ella es pura contradicción…
Igual reniega del amor, que se hace un maratón de películas malas de amor…
Igual odia a los hombres que se fija en el más inalcanzable y guapo que hay a la vista…
Igual no soporta los símbolos de amor que llena un cuaderno con corazones de todos los colores…
Pero así es ella...Se desdice, se arrepiente…
Mis Microbrelatos 