Observarlo en silencio

Con la sonrisa puesta, llegó a su lado, le estampó un beso en la mejilla y se sentó sin mediar palabra.

Le daba igual estar allí, sin decir nada, pues le apetecía observarlo en silencio, sin más, para ir memorizando cada detalle que lo hacía especial.

Sobre todo por si algún día se marchaba de su lado, tener cada pequeño detalle…

sonrisa