No aguantaba más…Quizás eran demasiadas pruebas de la vida o simplemente no podía. O no quería. Pero suponía que no merecía aquello. Por eso quiso gritar, pero ni sus palabras podían salir de su garganta.
Así que, antes de que las lágrimas recorrieran sus mejillas, prefirió escribir. Volcar en un papel lo que sentía. Pero esta vez no viajaría donde tenía que hacerlo, esta vez las palabras se quedarían en un papel, que luego tiraría a la papelera. Solo quería soltar aquello que no podía salir de su garganta…Nada más. Un desahogo antes de volverse loca con todos esos pensamientos en su interior, en lo más hondo de su ser…
