No sé si os pasado alguna vez. De repente, alguien aparece, curiosamente parece que es la primera vez que veis a esa persona, pero en realidad lo que ocurre es que has puesto el foco en ella en estos momentos y no antes, porque también estaba ahí.
Y de repente no solo aparece, sino que se hace notar, que irrumpe con fuerza en tu normalidad. Descoloca tus días y tus noches con apenas respirar, porque tienes la sensación de no ser un punto de su foco de atención.
Poco a poco transforma tu experiencia vital y no sabes qué pensar. La confusión vuelve a llegar a tu vida, aunque la creías desterrada con esfuerzo y las dudas te asaltan.

No sabes si sí o no. No sabes si existes o no. No sabes si quieres existir o no.
Pero sí tienes claro que te has implicado, de una u otra manera, y querrías estar, existir, y no ser solo una sombra. Te gustaría ser quien estuviera a su lado, la elección. Aunque no tienes claro que repare en ti, o seas solo una más a quien vacilar.
Pero sigues ahí, porque no te puedes alejar. Te ha atrapado, te ha acercado…Aunque apenas te dé, aunque tengas la sensación de que te puedes complicar la vida, aunque temas que duela…