Qué bonito cada encuentro contigo. Qué bonito que después de tantos años siguiéramos siendo como al principio, como dos adolescentes que se daban todo lo que tenían.
Qué bonito que nada irrumpiera en nuestra felicidad. Y que pudiéramos ser siempre nosotros el uno con el otro, sin importar nada.
Qué bonito que no tuviéramos que desconfiar el uno del otro, como hemos visto en tantas parejas…Qué bonito que todo siga como el primer día, con la capacidad de sorprendernos intacta.
Qué bonito todo aquello y más que nos guardábamos para nosotros dos…
