Créeme…

Créeme si te digo que soy capaz de reír y llorar contigo. Créeme porque lo digo de verdad…

Créeme aunque mi compañía quizás no es la que quieres en estos momentos. O tal vez en ninguno. A pesar de que tengo un abrazo aquí esperándote, un café o un paseo por la playa, que alivia cualquier pena. Puede que demandes todo eso de alguien que no soy yo, mientras yo insisto.

Aún así yo tengo la tentación de prestarme, una y otra vez, de querer ir a cualquier sitio a buscarte, porque quiero estar ahí, por exagerado que parezca.

Me es complicado no repetir hasta la saciedad que estoy aquí, pero no a través de un mensaje de móvil, sino que quiero estar a tu lado, físicamente. Porque así es como se demuestra que estás, no con palabrería. Y es que, creo que alguien que te escucha, o solo oye tu respiración si no te apetece hablar, siempre te reconforta.

Pero es difícil entender que no siempre, o nunca, soy yo la compañía que puedes querer o necesitar, y temes afear mi gesto.

Créeme si digo que se me atropellan las palabras, que no fluyen como quisiera. Me siento torpe e incluso un estorbo para ti, a pesar de que solo pretendo consolarte, ayudarte, tenderte mi mano.

Y las lágrimas incluso se agolpan en mis ojos al imaginar ciertas situaciones en las que puedes verte involucrado.

¿Pero como aliviar el dolor de quien no quiere tu apoyo? ¿Cómo darme cuenta de que ni en las buenas ni en las malas quiere que esté cerca? ¿Cómo saber dónde está el límite? Como aprender a no molestar, a irme sin hacer ruído…

créme
Créeme (Internet)

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s