El primer amor, tatuado

En la ducha me he dado cuenta que tengo el primer amor tatuado en mi piel.

Sin pasar por un tatuador, sin tinta en mi piel. Con un objeto punzante. Cosas de crías. De los catorce o quince años. Y en mi muñeca luzco esa inicial que me acompañará toda la vida.

Lo bonito es que supuso todas las primeras veces. Experimentar sin saber el resultado. El miedo de lo desconocido. El dolor de estómago por una pelea. La duda constante de si aquello duraría o solo sería un amor de dos días.

Durante un tiempo pensé que me hubiera gustado que hubiera sido el primero, y el único. Después entendí que era muy bueno que no hubiera sido el único, porque aprendí mucho, porque después otros me han hecho madurar, cambiar mis deseos, entender el amor de otras muchas maneras, hasta quedarme con la que más me gustaba, y también a modificar mis gustos con respecto a los hombres.

A lo mejor aquel chiquillo, que también cambió, evolucionó, no hubiera sido el hombre de mi vida. Ni yo la mujer de la suya. Hombre que tengo muy definido y claramente dibujado en mi mente.

Pero me gusta saber que estás en mi muñeca, porque al final eres una parte importante de mi vida. Aprendimos juntos, evolucionamos y te tengo un gran cariño. Por eso me alegra que esa inicial nunca desapareciera, ni con el paso de los años, y ya van muchos.

Y también me gusta saber que puedo ver esa inicial sin dolor, sin rencor, al contrario. Sin que seas algo que quiera borrar, ni de mi mano, ni de mi vida. Porque eres y serás, siempre, el primer amor, ese que nunca se olvida. Porque otros que vinieron detrás quizás ya no están ni en mi memoria, pero tú sigues. Aunque ahora mi mente esté en otro

mi primer amor
Mi primer amor (Internet)

 

Me enganché…

Me enganché a tu piel…pero no solo a eso, sino a ti

Me enganché a saborear cada rincón de tu cuerpo, a dejarme llevar sin pensar…A escribir mensajes con mis dedos en tu espalda, para que los descifraras…A dibujar el contorno de tus labios con los míos…

Me enganché a querer tenerte cada minuto, cada segundo, cada instante, y no dejarte marchar…A ser egoísta contigo…

Me enganché a saber, a escudriñar cada espacio de tu vida, por divertida, aburrida, extravagante, insignificante o importante que fuera… A conocer cada detalle, lo que marca cada cicatriz y cada marca…

Me enganché a observarte mientras dormías, y a pedirte que te quedaras…A dibujar en mi mente cada pedacito de ti, para no olvidarlo…

Me enganché sin saber cómo ni por qué, pero lo hice. Y sin vuelta atrás…

me enganché
Me enganché (Internet)

 

Shh

Hoy te hablo a ti, mi yo interior. Shhh, calla, porque no siempre hablar es lo idóneo.

A veces es mejor quedarte callada, que hablar. Porque por mucho que intentes expresar tus deseos, sentimientos y pensamientos, quizás a quien van dirigidos no quiere escucharlos.

Porque no siempre lo que expresas es bien recibido. Porque no siempre utilizas las palabras adecuadas, y por mucho que intentes enviar un mensaje, quizás al final llega el contrario. O lo que queda es lo totalmente opuesto a lo que pretendiste.

No creas que siempre la sinceridad, por tu parte, te va a dar lo que quieres. Quizás por mucho insistir, o por mucho pasar, vas a conseguir lo que quieres. Quizás no estás a la altura. Quizás nunca tuviste oportunidades. Pero no lo sabes o no lo quieres saber.

A lo mejor no es interesante ni lo bueno, ni lo malo que te pueda ocurrir. No vas a conseguir que se preocupe o alegre por ti. Es así.

Querer estar siempre presente a lo mejor no te reporta lo que quieres. Puedes pecar de pesada, de insistente. Y no por eso te vas a hacer imprescindible, importante, como quieres. Piensas que no hablar, no hacerte notar, sería justo lo contrario, dar a entender que no tienes interés, cuando tienes mucho.

En definitiva, todo esto es tan difícil que se escapa a tu entendimiento. Lo sé. Yo te entiendo mejor que nadie. Y creías que a quien te diriges también. Y que llegará a hablarte claro, a decirte las cosas de modo que las entiendas, que no tengas que leer entre líneas, que no tengas que hacer apreciaciones ni valoraciones. Pero ese momento no llega. Y por mucho que intentes hacerte entender, no lo consigues. ¿Por algo será no? Aunque no seas de rendición fácil, si tú das mucho y no recibes…

No puedes pretender que alguien esté por ti, quiera verte, hablar contigo a cada instante, mimarte, cuidartecomo lo haces tú…Y ya sabes, que por muchas palabras que gastes, por muchos escritos que hagas, nunca serás capaz de llegar, porque a lo mejor no estás invitada a entrar en su vida, aunque pensaras que sí, aunque sigas queriendo que sea sí…

shh
Shhh (Internet)

 

De trenes y oportunidades

Hay oportunidades que no se pueden dejar pasar y trenes que es mejor ver cómo se van…

Lo difícil es saber cuáles son las oportunidades que valen la pena, a quién hay que dejar pasar y quién no merece siquiera un pequeño pensamiento al día…

de oportunidades y trenes
Trenes y oportunidades (Internet)

 

¿Qué necesitas?

¿Qué necesitas? – le preguntó.

Un beso

Un abrazo

Un largo café

Un paseo a pie de playa…

Un día para compartir…

Una cena en aquel lugar que me nombraste…

Un baño caliente…

Una pelea de almohadas…

Despertar a tu lado…

Mirarte a los ojos y verme en ellos…

Y a ti, mi pequeña – le dijo él…

qué necesitas
Lo que necesitas (Internet)