Hoy no voy a hablar de otros. Sino de mí…
Hoy voy a mirarme el ombligo, porque sí, porque me apetece. Hoy hablo de mi sonrisa, imperfecta como la que más, pero que una vez me dijeron que transmite, que hace que quien está delante, se sienta reconfortado.
Una sonrisa, o media sonrisa, que hace a quien la recibe sentirse como en casa, a pesar de que haga dos días que nos conocemos.
Y eso lo agradezco, por muchas razones. Pero la que más, porque mi sonrisa no es de lo que más orgullosa estoy, pero si ha sido capaz de hacer amigos, yo me quedo con eso…