Añoro tu calidez, como era antes…
Antes de que nos pusiéramos el mundo por montera y nos metiéramos de lleno a comernos el mundo. Y nos viéramos tan colapsados que nos dejamos a un lado. Tú a mí y yo a ti…
Antes de que estuviéramos tan cansados que ni jugábamos a hacernos cosquillas, buscarnos eternamente por todo y por nada, y darnos mimos, todo antes de irnos a la cama.
Antes de que quisiéramos pero no pudiéramos…
Y aunque añoro esas cosas que antes hacíamos y ahora no, quizás por falta de tiempo y cansancio acumulado, me alegra que haya otros detalles que no hayamos perdido, como no irnos a la cama enfadados, para que esos malos pensamientos no se conviertan en pesadillas, en sueños feos ni en días y días de tristeza y mosqueos eternos que se nos enquistan…
