Creo en mí, no porque me lo diga nadie, sino porque me lo inculcaron quienes están conmigo desde que era pequeña.
Las que ahora ya no me pueden aconsejar y las que siguen a mi lado. Aquellas que querían que fuera algo semejante a lo que soy. Las que me aconsejaban siempre lo mejor y me hacían sentir especial.
Porque con mis cualidades, mis defectos y mis virtudes, podía ser quien yo quisiera ser. Y lo conseguí. Porque puede que quisiera cambiar algo, pero bien poco. Y puedo decir que creo en mí, como me inculcaron.
Espero seguir creyendo en mí, y que haya quien se puede sentir orgulloso de haberme conocido…

Es la primera condición para encontrarse consigo mismo. Buena reflexión.
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Hay valores que merece la pena recordar y se agradece que te los inculcen desde pequeñitos.
Es una buena reflexión que hay que llevar a la práctica. Gracias por tu comentario. Un saludo
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