Te añoré tanto, aunque ni yo lo sabía.
Caí en un estado de frustración que me llevó a confinarte en el olvido, hasta que te tuve delante otra vez…
Y entonces todo cambió, todo fue distinto…
Te añoré tanto, aunque ni yo lo sabía.
Caí en un estado de frustración que me llevó a confinarte en el olvido, hasta que te tuve delante otra vez…
Y entonces todo cambió, todo fue distinto…
Tras la tempestad siempre regresa la calma. Enhorabuena. Un abrazo
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Lo malo es que la situación sea tan rara que, en el fondo, sigas añorando aunque te intentes convencer de lo contrario. Esa ansiada calma. Un abrazo y gracias como siempre por tus reflexiones
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