Cansada. Dolida. Decepcionada. Cabreada, de nuevo, conmigo misma. Por ilusa. Por idiota. Por querer creer, en ti, en mí.
Con la decepción más a flor de piel. Repitiéndome que el dolor y la vergüenza pasarán. Pero tu conciencia no quedará tranquila.
Confiando en que pronto todo volverá a darme igual.
