Pelearon y discutieron por cualquier tontería. Se hacía demsiado habitual en los últimos tiempos.
Ella sintió rabia contenida en su interior. Pero supo canalizarla, y en vez de querer darle un golpe en el pecho, prefirió rozar su mano…
Porque los malos entendidos entre ellos siempre se podían solucionar…
