Perdona, porque nunca te tuve demasiado en cuenta…
Perdona, porque no fue consciente de cuánto bien me hacías…
Perdona, porque durante un tiempo no fuiste mi prioridad…
Perdona, porque no lo tuve claro. Pero no te entregaste a nadie al cien por cien, y ahora estás aquí, conmigo…
Gracias, por no rendirte nunca conmigo…
Gracias por hacerme ver y sentir que a quien quería era a ti…

Estupendo descubrimiento. Muy bonito. Un abrazo, amiga.
Me gustaMe gusta
Siempre es un placer que te gusten. Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Nunca es tarde para ver y sentir. Bonita reflexión. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Gracias!
Me gustaLe gusta a 1 persona