Balcones que desprenden olor al desayuno, a la tostada y el zumo recién exprimido; y otros que muestran los restos de la cena del día anterior, que sació los estómagos vacíos después de un intenso día…
Balcones cerrados a cal y canto donde la vida no está ni se la espera; y otros donde el griterío de los niños ensordece a cualquiera…
Balcones donde se acumulan tres y cuatro generaciones; y otros donde la vida pierde su esencia…
Balcones donde el paso del tiempo es inexorable y deja sus huellas, marcadas y profundas; y otros donde parece que el formol es la estrella de la casa…
Balcones donde se habla bajito, para no molestar y no sacar los trapos sucios al vecindario; y otros donde el griterío es la fórmula al hablar…
Balcones donde reposan las toallas que denotan que el día de playa llegó a su fin; y otros donde no hay prenda alguna de vestir…
Balcones donde descansan las tablas de surf, las palas y los cubos; y otros donde los juguetes nunca tuvieron cabida…
Balcones con olor a perfume rancio y fuerte, seguramente caro; y otros donde el olor a flor fresca o colonia de bebé es una constante…
Balcones donde se muestran sus dueños en pijama, recién levantados y con el pelo alborotado; y otros donde se ve lo mejor de cada casa: ropa limpia, con olor a suavizante, recién planchada…
Balcones donde la esencia es la risa; y otros donde la seriedad es la protagonista…
Balcones donde se hacen fiestas, donde se reposa la comida y se duerme la siesta; y otros que solo se muestran de cara a la galería, sin que haya actividad alguna…
Balcones donde una gran mesa ocupa todo el espacio; y otros donde apenas hay mobiliario…
Balcones que resurgen cada verano, mientras en invierno permanecen cerrados; y otros que tienen vida todo el año…
Balcones donde se huele a sal y se ve el mar tan de cerca que parece que se puede tocar con los dedos; y otros donde el olor a familia se impone…
Balcones que siguen en la familia, de generación en generación; y otros donde cuelga el cartel de ‘se alquila’ o ‘se vende’…
Balcones donde se instalan los mirones del barrio; y otros donde cualquiera que pase bajo ellos pasa desapercibido…
Balcones donde los que un día fueron niños ahora traen a sus hijos; y otros donde las que lucían los primeros bañadores o bikinis de la época ahora intentan esconder sus pieles castigadas…
Balcones, sencilla y llanamente balcones…
