En el pasado, quizás pensé que tú eras el inmaduro, y ni siquiera me paré a pensar en ti más allá…
Ahora, en el presente, me doy cuenta de que el pasado no vuelve, las oportunidades se van, y que ahora quizás soy yo la que se da cuenta de que perdió por no saber valorar, por no saber ver más allá…
Al final resulta que la inmadura, soy yo, no tú…
