Le hubiera encantado abrir los ojos y saber, a ciencia cierta, que había sido un mal sueño.
Pero no fue así…
Otra mañana más se levantó con la boca seca y un pensamiento en la cabeza. El mismo de otras tantas mañanas. El que la castigaba, sin irse, sin esfurmarse…
Otra noche más se fue a la cama con ese pensamiento en la cabeza. El mismo de otras tantas noches. El que no la dejaba descansar tranquila…
