Después de tanto sufrir, su meta en la vida era no pensar, no sentir…
Por eso su plan era lanzarse, cada noche, a los brazos de un hombre distinto…
Un hombre al que no le importara y que no fuera nada en su vida…
Para no pensar, no sentir…

Después de tanto sufrir, su meta en la vida era no pensar, no sentir…
Por eso su plan era lanzarse, cada noche, a los brazos de un hombre distinto…
Un hombre al que no le importara y que no fuera nada en su vida…
Para no pensar, no sentir…
Me mostré al desnudo, por temor a que vieras algo distinto de lo que pretendía enseñarte…
Pero viste más allá, sacando lo mejor de mí, lo que pensé que no era…
Yo mostré mis imperfecciones antes de que las descubrieras, por si querías volar antes de engancharnos…
Y en cambio me sorprendiste quedándote y haciendo que me conociera y me quisiera más…
De cuando tú y yo éramos uno…
De cuando tú y yo éramos vida…
De cuando tú y yo éramos disfrute…
Pero también de cuando tú y yo fuimos historia…
Te sentí cerca, nuestros cuerpos, acalorados, pero cercanos…
Te sentí, piel con piel, y era demasiado real como para no ser verdad…
Te sentí, tocando hasta el último centímetro de mi cuerpo, y dejándome besar el tuyo…
Te sentí, largo rato, el suficiente para engancharme tanto a ti como para no dejarte marchar…
Que tú y yo no fuimos de decirnos las cosas…
Que tú y yo no fuimos de esperarnos…
Que tú y yo no quisimos atarnos…
Que tú y yo no quisimos…
Y al final nos perdimos…
Que tú y yo…
Te sueño a trozos. Eres la primera persona con la que no soy capaz de soñar al completo. No puedo terminar mis sueños contigo. Sé que estás ahí, en mi cabeza, en mi historia, pero nunca llego a terminar esas historias, que se quedan incompletas.
Es algo muy extraño, es complicado saber por qué ocurre esto. Es más, me quedo paralizada en un momento de esa historia que creo, y no soy capaz de continuar.
No sé si significa algo o no, no sé si alguien tendrá una interpretación para ello, pero a mí me parece algo demasiado curioso, demasiado particular, porque es extraño no poder completar aquello que ronda mi cabeza cada noche.
Antes de irme a dormir pienso aquello que me gustaría que pasara por mi cabeza cuando Morfeo me visite, y en cambio no puedo continuar…
Soy imperfecta, pero eso no me hace menos válida…No soy perfecta, pero tampoco la que más defectos tiene…
Soy de esas que tiene una altura coqueta, porque nunca me gustó mirar por encima de los hombros a nadie…
No soy una mujer exuberante, pero en cambio me considero de curvas simpáticas…
No cuento con unas medidas de infarto, pero tampoco dejarás de mirarme si me ves por la calle…
Soy de simpatía selectiva, pero si entras en mi corazón te aseguro que te cuidaré como nadie…
Soy malhumorada y me irrito con facilidad, soy de las que se despierta con semblante serio, pero si me haces cosquillas, no me resisto…
Soy paciente y a la vez una polvorilla sin ganas de quedarse quieta. Soy inquieta, me gusta aprender y experimentar, pero también me encanta la calma…
Soy de esas a las que le encanta mirar al mar, perderme en la playa, y no soy amante de la soledad, aunque a veces me encontrarás sola y sin más compañía que yo misma…
Soy y no soy…pero todo lo que soy me encanta y todo lo que no soy quizás no encaja conmigo…
El pasado volvió para mofarse de ella. Para hacerle burlas en su cara. Y lo consiguió. Pero se juró que volvería para vengarse, porque las cosas con ella no acababan así.
¿Los silencios son incómodos? Eso dicen, pero el que había habido entre eo esta ellos esa noche había sido precioso, mágico, de esos que dicen tanto con tan poco…
Aquel silencio supuso un antes y un después para ellos, supuso mirarse a los ojos lentamente, saborear el momento y disfrutar al encontrar sus miradas…
Aquel silencio fue el menos incómodo que habían experimentado y sin duda, aprendieron a que fuera un referente para las próximas veces en que se quedaran callados…
Mil y un cerrojos se habían instalado en su corazón a lo largo de los años, pero ella tenía la intención de romper todos los candados e ir curando las heridas que se encontrara en el camino.
Y aunque él no la dejara, por miedo a una nueva herida, a una nueva decepción, porque no creía en nadie que fuera capaz de sanar aquellos dolores pasados, no dijo que no.
Así que ella lo intentó…