Con sus piernas entrelazadas en las de él se quedó plácidamente dormida, porque era el lugar más seguro que pudo encontrar.
Tras una tarde de besos y arrumacos, sin poder evitarlo, cerró sus ojos y se alejó de allí, de aquella habitación que compartía con su chico.
De repente, comenzó a soñar con momentos que había compartido con él…